La combinación entre piedra y agua,
aderezada con la siempre necesaria compañía del tiempo, hacen que en la
proximidad podamos disfrutar de bellísimas obras de arte.
Muchas de ellas ya las hemos descrito en otras publicaciones, pero creemos que merece la pena reunirlas en un “Face-fotobook” para que nos demos cuenta de los espectaculares regalos que la naturaleza pone a nuestra disposición muy cerquita de nosotros. No están todas, y siempre podemos añadir más, pero sin duda alguna podrían formar una colección única en cualquier museo del mundo.
Queremos pensar que con estas espectaculares formaciones la madre tierra nos manda un mensaje. Nos transmite que somos parte de un todo, que no somos dueños de nada. Que comparados con la complejidad del medio, nosotros somos “pequeñitos”, un eslabón mas de una enorme y compleja cadena de una belleza incomparable. Disfrutemos estas enormes maravillas escultóricas, pero sobretodo, respetémoslas, dejemos que nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos, y los hijos de los hijos de nuestros hijos… también disfruten de ellas.
La madre tierra tarda millones de años en moldear y esculpir maravillas como estas, y por suerte nosotros las tenemos ahí, a golpe de paso, para poder contemplarlas, admirarlas, disfrutarlas y quererlas.
Muchas de ellas ya las hemos descrito en otras publicaciones, pero creemos que merece la pena reunirlas en un “Face-fotobook” para que nos demos cuenta de los espectaculares regalos que la naturaleza pone a nuestra disposición muy cerquita de nosotros. No están todas, y siempre podemos añadir más, pero sin duda alguna podrían formar una colección única en cualquier museo del mundo.
Queremos pensar que con estas espectaculares formaciones la madre tierra nos manda un mensaje. Nos transmite que somos parte de un todo, que no somos dueños de nada. Que comparados con la complejidad del medio, nosotros somos “pequeñitos”, un eslabón mas de una enorme y compleja cadena de una belleza incomparable. Disfrutemos estas enormes maravillas escultóricas, pero sobretodo, respetémoslas, dejemos que nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos, y los hijos de los hijos de nuestros hijos… también disfruten de ellas.
La madre tierra tarda millones de años en moldear y esculpir maravillas como estas, y por suerte nosotros las tenemos ahí, a golpe de paso, para poder contemplarlas, admirarlas, disfrutarlas y quererlas.
El Vallecillo
La Pobla de Benifassa
Blesa
La Portellada
Aliaga
Castellote
Aliaga
La GInebrosa
Mora de Rubielos
Las Parras de Martín
Aliaga
Ladruñan
Castelvispal
Linares de Mora
Gúdar
Abenfigo
Calomarde
Horta de Sant Joan
Alcaine
Molinos
Las Planas
Molinos
Cuevas de Cañart
Alacón
Pitarque
Molinos
Aguaviva
Beceite
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